viernes, 25 de julio de 2014

Capítulo 11 (54). Mi "novio" del pasado.

Anaís vino a comer.

Nos lo pasamos muy bien pero yo sabía que ella no quería solo pasar el rato. Ella quería saber quién era él. Quién era el chico que el día anterior había pasado por mi casa y al cual había tenido que ignorar. Prometí que se lo contaría. ¿Y qué mejor día que ese si aquella tarde había quedado con él?

El día anterior, lo había ignorado y él se había enfadado mucho. En efecto, teníamos que hablar, pero Anaís no podía saberlo. De hecho, me sorprendió que no reconociera su voz, ya que se trataba de su novio.

Alberto había descubierto algo de lo de Alex y yo quería saberlo. Me dijo que un día se pasaría por mi casa y justo eligió el día en el que Anaís había decidido venir. Todo genial. Quedamos en vernos al día siguiente y Anaís me había convencido para que se lo contara todo. No quería traicionar a mi mejor amigo, ¿pero qué podía hacer? Todos queríamos ayudar.

-Entonces, ¿Alex y Marco están enfadados porque saben un secreto el uno del otro y temen que el otro cuente su secreto y el secreto de Marco es que está enamorado de ti?
-Exacto - respondí a la pregunta de Anaís tras contarle todo, más o menos.
-Vaya... ¿Marco, enamorado de ti? - preguntó perpleja.
-Ya ves. Yo me quedé igual - dije.
-Gema, ¿por qué todos se enamoran de ti? ¿Cuál es tu secreto? - preguntó Anaís riéndose.
-Y yo qué sé... Ni que fuera la chica perfecta. Si por amor he hecho muchas locuras y por tonterías he llegado a desmayarme. Ya no sé si soy fuerte, frágil o bipolar, sinceramente - dije bastante desconcertada.
-Venga, que no pasa nada. Bueno, gracias por la comida pero mi madre quiere ir a comprar ropa así que... - empezó a decir cogiendo sus cosas.
-Vale. Pásatelo bien y cómprate muchas cosas - dije sin ganas pero de verdad.

Llamé por teléfono a Alberto:
-Al fin llamas - respondió su voz al teléfono.
-Perdona. Ana estaba en casa y no quería que lo supiera todo... Aunque se lo acabo de contar - dije.
-¿Qué? ¿Me ignoraste el otro día para contárselo hoy? ¿De qué vas? Fijo que hoy rompe conmigo - respondió bastante molesto.
-No, no. No le he dicho que lo sabes - lo calmé.
-Ah, vale. Entonces... ¿quedamos? - preguntó él.
-Claro. ¿Vamos al parque? - propuse.
-Por mi bien. ¿Allí en una hora? - propuso él esta vez.
-Perfecto. Nos vemos  dije.
-Vale, nos vemos - dijo.
Y colgamos.

Me dolía ocultarle estas cosas a Anaís pero es que ya había traicionado lo suficiente a Alex. De hecho, tendría que explicárselo en algún momento. Pero bueno, por el momento tenía que lidiar con Alberto, que seguro que quería saber qué sabía exactamente Anaís.


Me puse una camisa sin mangas que simulaba la bandera de Estados Unidos y
unos pantalones cortos vaqueros con las estrellitas de la bandera de Estados Unidos.
Luego, me puse unas sandalias planas que encontré. 
Por último me puse un collar, unas gafas de sol
y cogí mi mochilita azul.

Llegué al parque y estuve esperando un rato a que llegara Alberto. Anaís me habló varias veces por WhatsApp pero tuve que mentirle sobre todo lo que estaba haciendo (y lo que iba ha hacer). Al fin Alberto llegó y se sentó a mi lado.

-A ver, qué está pasando - dije para no dar rodeos. Ambos queríamos conocer la información del otro.
-Puff... Anda, dime tú primero lo de Marco... - pidió.
-Mmm, vale - empecé extrañada. Total, a mí me daba igual -. Pues resulta que él estaba enamorado de una chica... Y no quería que ella lo supiera por nada del mundo.
-Vaya. ¿Tan importante es? - preguntó extrañado, como yo.
-Pues... no es importante es... Complicado - respondí.
-¿Complicado? - preguntó.
-Sí... Porque esa chica es la exnovia de Alex - respondí.
-Entonces, ¿ella es menor que él? - preguntó.
-Exacto - respondí.
-Y es una exnovia de Alex... - dijo pensativo.
-No - dije tragando saliva -, ella es la exnovia de Alex. 
-Es lo mismo, ¿no? -preguntó mirándome fijamente.
-No lo es... Porque es la última exnovia de Alex... - dije apartando mi mirada de sus ojos y desviándola hasta el suelo.
De repente, él abrió mucho los ojos.
-No me digas que eres tú - dijo.
-Premio -dije mirándolo de nuevo.
-¿Por qué todos se enamoran de ti? - preguntó.
-Yo qué sé... ¿Y por qué todos preguntáis lo mismo? - dije molesta.
-Joder, Alex, ese tal Jon, yo... - dijo y se arrepintió al instante. Su mirada lo decía a gritos.
-Bueno - dije tragando saliva -. tú y yo no fuimos "novios". Solo nos... liamos...
-Ya. Bueno. Eso - dijo él muy incómodo.
-Bueno, te toca. ¿Cuál es el secreto de Alex? - pregunté con ganas de cambiar de tema y de saber su secreto.
-Pues... -empezó a decir hasta que alguien lo llamó.

-¿Alberto? 
Se giró y automáticamente se giró hacia mí y abrió mucho los ojos.
-¿Gema?
Y entonces los abrí yo. Reconocería la voz de mi mejor amiga en cualquier lugar.
Me giré para mirarla y vino enfurecida.
-¿¡Qué estáis haciendo juntos?! - gritó.
-Nada, solo... - empezó a decir Alberto.
-¿Solo qué? Me habías dicho que no podías quedar después de que volviera a casa de compras. Ya veo por qué - dijo mirándolo con furia.
-Tranquila, solo somos amigos, estábamos... - empecé a decir.
-¡¿Y tú qué?! ¿Otra vez me has mentido? - dijo mientras se le enrojecía el rostro.
-No, no. Es que estábamos... - intenté decir.
-¿No podías elegir otro? ¿¡No podías?! -gritando mientras las lágrimas comenzaban a asomar por sus ojos.
-¡No estábamos haciendo nada malo! - gritó Alberto.
-¡Ya claro! ¡Y yo me chupo el dedo! - gritó Anaís - ¿¡Y qué se supone que habéis estado haciendo?! Mejor no me lo contéis... ¿Cuánto tiempo lleváis...? - dijo sin poder terminar. Rompió a llorar.
-Ana, te prometo que estábamos hablando. No estamos juntos ni mucho menos. Ya sabes que yo tengo novio... - dije aunque ni yo me lo creía. Lo de Alberto era completamente verdad. Es cierto que teníamos antecedentes pero ni siquiera habíamos sido novios. Y aunque así lo fuera, sería un novio del pasado. Lo que no me creía ni yo, era lo de que tenía pareja. Já. Es cierto que la última vez que nos vimos la cosa fue bastante bien pero... De eso a ser pareja... Teniendo en cuenta que Adrián cambiaba de opinión constantemente... En fin. Pero lo peor era que Alberto no sabía nada y ahora tendría que contárselo.... Por no hablar de que Anaís tampoco sabía las últimas noticias...
-¿Tienes novio? - preguntaron a la vez.
-Sí, no tenéis de qué preocuparos. Bueno, me refiero a Anaís. Te juro que solo estábamos hablando - aclaré.
-¿De verdad? - preguntó Anaís - Entonces, ¿por qué me habéis mentido?
-Porque... - suspiré - Porque es de lo de Alex y tal...
-Ah... ¿Y podéis contármelo? - preguntó. ¿Por qué no? Ya lo habíamos intentado ocultar y no había salido bien. Ya se lo explicaría a Alex más adelante. 
-Claro - dije -. Os invito a un helado.
-No, no. Eso corre de mi cuenta - dijo Alberto -. No me miréis así. Quiero enterarme de todo eso del chico este que es novio tuyo.

¿Por qué no?
Ya había sufrido bastante. 
No pensaba ocultarles nada más. De momento nos habíamos unido tres. Faltaba Alex.
Sonreí como respuesta, aunque no sabía ni por dónde empezar.
De todas formas, fuimos a por esos helados.

Continuará...


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