viernes, 6 de junio de 2014

Capítulo 5 (48). Secretos y whatsapps.

Antes de nada no os asustéis por la distribución de los capítulos. Los he metido (estos últimos) en Mayo para tener el archivo del blog en mejores condiciones pero sabed que estoy publicando y que los siguientes ya los pondré en Junio. Luego ya los pondré en Julio hasta llegar a la fecha normal y ya todo será como hasta ahora.
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Pues me levanté por el ruido de los WhatsApps.
Estuve leyendo los WhastApps hasta que tuve que elegir entre el número desconocido o Anaís....
Y elegí Anaís.

-Gema, respóndeme, ¡por favor! ¡Es muy urgente! Es lo de... ya sabes... Alex.

Ni siquiera le mandé un WhatsApp, la llamé directamente al móvil mientras corría el pestillo de la puerta. Quería vestirme mientras hablaba con Anaís para salir de casa nada más colgar. Quería quedar con todos.

-¿Ana?
-¿Gema? -respondió.
-¿Qué ha pasado? Cuéntamelo todo - dije haciendo más fuerte la palabra "todo".
-A ver, a ver tranquilízate. No sabemos nada - dijo ella.
No entendía a qué venía la urgencia.
-Entonces... - dije para que me dijera algo... importante.
-No sabemos nada, por ahora - dijo con voz misteriosa.
-¿¡Por ahora?! ¿¡Qué quieres decir con eso?! - estallé.
-Pues que Alberto y Alex quedaron ayer y al final Alex acabó contando que él sabía un secreto de su hermano que nadie podía saber: Ni si quiera él. Y claro, como su hermano también sabe algo de él... no nos lo puede contar.
-Ya veo... Entonces no me visto - dije en voz baja.
-¿Qué dices? - preguntó extrañada.
-Nada, nada - dije cerrando el armario.
Y bueno, colgamos.

Me tumbé en la cama.
Tenía que habla con Alex, tenía que hacerlo. No estaba bien. Esa discusión fue más de lo que nos pareció. Él y Marco están totalmente enfrentados y... y yo tengo una mísera semana para arreglarlo...
Abrí el WhatsApp dispuesta a quedar con Alex cuado vi que no había leído los mensajes del número desconocido (aunque bueno, estaba prácticamente segura de que era el pensado de Enrique).

-Oye.
-Vaya, esta vez no me has mandado ninguna rima.
-No, enserio, necesito hablar con alguien...
-Vaya. ¿Qué te pasa?
-He... tenido una discusión muy fuerte con alguien que me importa y...
-¿Novia?
-¿Novia? Ya sabes quién me interesa...
-Cierto. Entonces, ¿quién?
-Familiar.
-Ah...
Eso no era Enrique... Sonaba como Alex.
-¿Te puedo preguntar una cosa?
-Depende de qué.
-¿Tu nombre empieza por A? Sé sincero.
-No.
-Vale... En ese caso... Cuéntame qué ha pasado.
-No. Por favor. Necesito pensar en otra cosa. Cambia de tema.
-Pues... En una semana me voy de vacaciones.
-¿Ah sí?
-Sí.
-No tenía ni idea.
-¡Claro que no! Jajajaja si no te lo había dicho cómo lo ibas a saber.
-Jajajaja.
-Una cosa. Si tu nombre no empieza por A... ¿empieza por E?
-No. ¿Vas a preguntarme primero las vocales o cómo va esto?
-Es que... estaba convencida de que eras un chico que... que se llama Enrique...
-Pues... no. Bueno me tengo que ir.
-Adiós...
-Adiós.

No era Enrique. Estaba claro. Al principio dudaba pero eso de pedirme hablar... No, no era él. Para confirmar, me metí en su blog y vi que tenía novia y todo. Vaya, ya se había olvidado de mí. ¡Bien! Pero entonces... Tenía que ser Alex. Me había debido mentir con lo de la A. Bueno, tendría que averiguarlo en otro momento porque mi madre me estaba llamando para ir a comer.

Por la tarde, estuve leyendo un rato y luego decidí quedar con Anaís pero al final me arrepentí y decidí pasarme por casa de Alex en vez de por la suya.


Me puse una camiseta color crema con rayas negras,
unos shorts vaqueros y unas manoletinas marrones con la punta dorada.
Cogí mis gafas de sol y unas pulseras. 
Por último cogí un bolso marrón y salí de mi casa.

Al llegar a su casa escuché una fuerte discusión. Venía de la habitación de Alex y se podía escuchar desde la calle porque se había dejado la ventana abierta... Y eso que vivía en un ático duplex...

-¡Vete por donde has venido!
-¡Esta también es mi casa!
-¡Pero no es tu habitación!
-¿¡Y qué?! ¡Tú me has llamado! ¡Te lo dije claramente, si dices algo lo cuento todo!
Sus padres no debían estar... Y yo tampoco debería...
Pero me quedé un rato.
-¡Mira déjalo! ¡Contigo todo son chantajes!
-¿¡Chantajes?! ¡Podría soportar que ella se enterara!
¿Ella? ¿Quién era ella? Así que el secreto de Marco tenía que ver con una chica... 
-¡Joder, es que insistes en que yo...-no se entendió lo que dijo- y no es así! 
-¿¡Entonces por qué no paras de entrometerte?!
-¡Porque no puede ser, joder!
-¡Pero amenazaste con contarlo!
-¡Pero eso lo provocaste tú! ¡Tú viniste y pensé que ibas a decirlo!
-¿¡Yo?! ¿¡Cómo iba a contarlo?! 
A partir de ahí hablaron mucho más bajo. Supongo que se había acabado todo. Eso sí, acababa de espiar. Y eso estaba mal. Así que lo mejor que podía hacer era limitarme a volver a mi casa.

De camino a casa, me llegaron algunos WhatsApps así que me paré en un banco. Total, hacía un buen día. Todos los WhatsApps venían del número desconocido.
-Oye.
-Dime.
-No puedo más... Necesito, no sé...
-¿Qué ha pasado?
-Nos hemos vuelto a pelear...
-Vaya... 
Fingí no saber nada y él me contó que no paraban de discutir y que no sabía cómo acabar con ello porque "eso" por lo que discutían les distanciaba muchísimo. Tenía bastante claro que era Alex y que él no quería que yo supiera que él quería hablar conmigo de manera que yo "no supiera" quién era. Lo único raro era cómo había conseguido ese número... Pero bueno, yo estaba decidida a ayudarlo.

Pero un momento... Si era Alex... Jon no me echaba de menos... Y Alex estaba enamorado de mí...
"Mierda", pensé.
Y me limité a guardar el móvil e ir a casa.
Tenía una semana para hacer que Alex y Marco se reconciliaran y ese número desconocido era la solución.

Continuará...










2 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Muchas gracias! Sé que normalmente digo "subiré tal día" y al final lo subo más tarde pero esta vez lo prometo, este fin de semana (no sé qué día pero del domingo no pasa) subo nuevo cap. Un beso!

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