lunes, 9 de diciembre de 2013

Capítulo 27. Diez días.

"¿Pero por qué? ¿Por qué a mí? A mí que nunca me quería nadie... a mí que me gustaba el que jamás podría tener... ¿por qué me tenía que tocar a mí llegar ahí y poner su mundo patas arriba? ¿Por qué...?" Gema.

En los brazos de Irantzu y Estitxu, mirando a Unai... Estaba pasando algo extraño... Lo veía en sus ojos, en cómo miraba a Jon. Mientras, Estitxu me abrazaba y Iranztu me acariciaba el pelo. Se separaron de mí y nos sentamos. Miré a Jon y mentí de lo que había pasado, les dije que me había caído sin querer porque el viento se me había llevado... Pero al ver cómo Jon miraba al suelo... supe que estaba recordando el verdadero motivo por el que había saltado. La verdad es que la situación empezaba a ser incómoda, Jon tenía razón, romperle el corazón ya era malo, pero ocultarle que no le quería era peor. Me llevé a Jon a fuera con la excusa de darle las gracias y tal, pero en realidad no hablamos de eso:
-Jon... Tienes razón... tenemos quedecírselo...
-No, espera. Tú también tienes razón.
-¿A qué viene eso? Sabes tan bien como yo que ocultárselo más es peor que romperle el corazón.
-Pero... No quiero que lo pase mal...
-Jon, ¿qué está pasando? He visto cómo te miraba cuando estábamos adentro...
-Es mi novia y he salvado a su amiga, ¿cómo quieres que me mire?
-¡No ella! Él...
-¿Unai? - Jon se dio la vuelta y empezó a ponerse tenso. Me acerqué y me apoyé en su hombro.
-Sí, Unai. ¿Qué ha pasado?
-No puedo contártelo, Gema... - Me separé de él.
-¿Qué? ¿Y eso por qué? - Se giró hacía mí.
-Porque... es una cosa de... chicos.
-¿Una cosa de chicos? Jon, si habéis discutido... tenéis que arreglarlo. Sois amigos.
-Es que no puedes entenderlo...
-Puedo intentarlo.
-Está bien. Te lo voy a decir en dos palabras: Te quiere.

Me sentí... por dentro... sentí como... Aquellas palabras me mataron. ¿Qué? ¿Podía ser cierto? Eso explicaría por qué me miraba así pero... No, no era posible. Y también explicaría por qué miraba así a Jon pero... Pero era imposible. No dije nada más y volvimos con una gran sonrisa falsa a la caseta. Entonces lo supe. Tenía que irme de allí inmediatamente. Así Jon no tendría que decirle nada a Irantzu y se acabaría la tensión entre Jon y Unai. Era lo correcto. Noté que al pensar eso se me escapó una lágrima y para que no me vieran me fui. Puede que se extrañaran pero bueno... alguna excusa se me ocurriría. Volví al apartamento y no había nadie, como casi siempre. Hice la maleta y miré al calendario. Taché otro día. Quedaban 10 días... No iba a poder irme todavía. Miré la maleta... Menuda estupidez, sin una buena razón para mis padres no iba a poder volver a casa. Tenía que pensar una buena excusa o deshacer la maleta para que mis padres no me preguntaran. Registré los cajones, necesitaba algo de beber. Encontré una botella de algo oscuro en el salón, serviría. Salí al balcón y me apoyé en los barrotes a beber... y pensar. Miraba al horizonte, con la mirada perdida. ¿Qué podía hacer? Lo que no podía hacer era irme sin más. Me iba a costar convencer a mis padres y total, ¿para qué? ¿Olvidarlo todo? No. Tenía diez días para dejar las cosas claras y luego, ver a una nueva Anaís que me había necesitado y no había estado allí para ayudarla y le debia mi compañía. Guardé la botella y deshice la maleta... ¿Por dónde empezar?

Había quedado con Unai para hablar de lo que me había dicho Jon. Cuando llegó le vi esa sonrisa. La misma que tuve cuando el chico que me gustaba me invitó a quedar hacía mucho... La conocía. Se sentó a mi lado y al verme la cara, su sonrisa desapareció. No podía aguantar más. No podía empezar con preguntas tontas, dar rodeos. Tenía que hablar claro, le miré a lo ojos y le pregunté:
-¿Es cierto que te gusto?
Él miró al suelo y me dijo:
-No. No me gustas. Estoy enamorado de ti desde que Jon nos presentó y dijiste eso de que tenías novio. Tu sonrisa... Y tu ingenuidad... Me dejaste hipnotizado, ¿sabes?
Me quedé de piedra. Jamás me habían dicho algo así a la cara. Jon me había dicho que me quería pero... no era lo mismo. Aunque le costó. No sabía qué responderle.
-Unai. Tú... sabes que Jon me está presionando, ¿no?
-Sí.
-Pues bueno, quiero tu opinión. Pero que sea sincera.
-Dime.
-A mí... como ya sabes, también me gusta él.
-Sí.
-¿Qué es lo correcto? ¿Renunciar a lo que quiero o seguir adelante y que dentro de diez días... todo acabe?
-Gema, lo que me pides es...
-Lo sé. Pero sólo puedo preguntarte a ti.
-¿Por qué?
-Porque... con ellas no puedo y Jon...
-...Jon te dice que le quieras... que estés con él.
-Sí.
-Eres la única que se escapa. Eso te hace especial a sus ojos. ¿No crees?
-Sí, pero me quiere.
-Eso es verdad. Pero... ¿no crees que para diez días va a ser mucho?
-Exacto. Eso había pensado yo.
-Pero claro, ahora pienso que si yo fuera él. - Me miró decidido - No te dejaría ir por nada del mundo.
-... - respiré hondo - ...Entonces... ¿qué hago?
-Haz lo que quieras.
-Eso no me soluciona nada.
-Nunca he dicho que sea fácil. Solo te he dado opciones y te he dado mi opinión. Pero la que elije eres tú.
Se levantó y se fue. Tenía razón. Había pros y contras así que lo mejor era hacer lo que quisiera. Sonreí.

Continuará...

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